Cinco razones para acudir a un coworking: la social

Hacia una nueva esfera de relaciones y contactos profesionales

Aunque uno de los efectos más importantes de la difusión de las nuevas tecnologías haya sido la modificación del marco de relaciones sociales, facilitando al individuo establecer vínculos de comunicación prácticamente sin límites en el espacio y prácticamente inmediatas en el tiempo, esto no ha acabado con la necesidad de muchas personas de establecer nuevos entornos donde establecer relaciones de cercanía, más directas que las que podemos establecer por medio de las nuevas tecnologías pero no cerradas, ni mucho menos, a éstas.

Y es que internet, aparte de ser la fontanería de la aldea global, es también un enorme dinamizador de las comunidades locales. De ahí el auge de los modelos de negocio basados en la economía colaborativa o de las iniciativas basadas en el activismo o en el cooperativismo que utilizan la red como medio de engrase de todo su mecanismo.

En esta dirección apunta también la proliferación de los centros de coworking y oficinas compartidas: la creación de espacios que permiten tanto ofrecer un marco de relaciones sociales en el ámbito del desarrollo profesional a quienes por su ocupación o por su modo de vida carecen del marco típico de la empresa, la escuela o la Universidad, como ser un factor de dinamización económica de los barrios o las areas donde aparecen.

Evidentemente, existen múltiples motivaciones para acudir a un coworking y convertirse en coworker. En próximos post iremos ahondando en cada una de ellas y en lo que un centro como Coolworking puede aportar a quienes se acerquen a nuestras instalaciones, así como en qué tipos de perfiles se dan preferentemente en este tipo de centros.